Hoy damos comienzo a la segunda parte de mi viaje a París. El domingo empezó el showroom donde presentamos la colección de Avellaneda para el invierno que viene. Como ya os dije, presentar colección siempre me pone nervioso y el primer día siempre hay cosas que hacer: poner etiquetas, revisar que todo esté bien, colocar la ropa de forma que las piezas se aprecien y un largo etcétera.

Esta vez ha venido mi equipo para ayudarme con todo el tema del showroom, porque al tener dos al mismo tiempo era totalmente imposible estar en dos sitios a la vez. Por ello, decidí alquilar un apartamento para poder trabajar y sobre todo para poder estar lo más cerca del showroom posible.

El domingo por la noche fuimos a cenar a Brasserie Lipp con uno de mis mejores amigos, Javier de Juanas, que aparte de ser una persona diez, es crack como estilistas y editores de moda. Brasserie Lipp es uno de mis restaurantes favoritos porque es la típica Brasserie francesa donde puedes comer desde ostras hasta pollo o pato con un puré de patatas que no os podéis imaginar lo bueno que está. De postre no os podéis perder el Montblanc o la tarta de manzana. Después de la cena fuimos a dar una vuelta por Saint Germain que siempre es una maravilla, aunque lloviera a cántaros. También aproveché ese momento para hacer algunas fotos.

Al día siguiente estuve todo el día en el showroom recibiendo a buyers y a periodistas, excepto al mediodía cuando tuve un momento para escaparme a Starbucks. Por si no lo sabíais soy totalmente adicto al Chai de Starbucks hasta el punto que, cuando voy a una nueva ciudad, busco donde están los más cercanos. Lo sé, parece un poco de locos, pero no puedo resistirme, aunque sé que es una bomba de azúcar nada beneficiosa para la salud.

Por la tarde pude volverme a escapar un momento para quedar con otra amiga mía, Nieves Álvarez. Para mi, aparte de musa es una gran amiga y una persona fantástica, no solo por fuera, que ya es decir, sino que aún es mejor por dentro. Siempre es un placer sacar un rato para poder charlar de nuestras cosas y más si es en París. Como sabéis, aunque yo haga ropa de hombre, aproveché para pedirle que se probara uno de mis esmoquins. Efectivamente le quedaba como un guante y, claro, os podéis imaginar mi reacción al verla vestida de arriba abajo de mi firma. Ni en mis mejores sueños podría haber imaginado que una de las mejores modelos del mundo podría ir vestida de algo que yo he diseñado y, que, además, fuera una persona a la que pudiera llamar amiga. Os prometo que en estos momentos me siento la persona más afortunada del mundo.

Después de este momentazo, volví al showroom a cerrar cuatro temas y luego fuimos con mi equipo a dar una vuelta por Saint Honoré. Para mí, es una de las paradas obligadas si estáis en París. Es súper inspirador ver los escaparates, la disposición y la ropa de las mejores marcas del mundo y siempre se puede aprender mucho de esos paseos.

Después de ese pequeño descanso fui a Caviar Kaspia a cenar con unos amigos. La sorpresa vino cuando llegué y me encontré a Nieves Álvarez vestida con el esmoquin del que os hablaba antes. Verla en la noche parisina con ese esmoquin me recordó a una foto de Helmut Newton de una modelo vestida con un esmoquin de Saint Laurent y estas fotos son la prueba de ello.

Además, en la cena me empezaron a llegar fotografías de los Javis en los premios Feroz vestidos con nuestros esmoquins. El discurso de Javi Calvo fue la guinda del pastel a un día sorprendente en todos los aspectos. Creo que es súper necesario este tipo de lógica ya que hay que contagiar a las nuevas generaciones para que luchen por sus sueños porque estos, al final, se cumplen.

Fotografías e imágenes Instagram Juan Avellaneda