Daily blog Japón: día 3 (Tokio)

El tercer día me desperté a las 4 de la mañana y fue imposible volverme a dormir. Creo que  se trata de que tengo tantos inputs y estoy tan emocionado como un niño que no paro de pensar en las mil cosas qué veo. Así que, viendo que en la cama solo estaba dando vueltas, decidí levantarme e ir a ver la salida del sol. Sé que en estos posts estoy diciendo todo el rato que todo es alucinante, pero es que de verdad que lo es ver como la ciudad amanece desde el negro absoluto y va pasando a un azul nublado hasta convertirse en azul intenso con el sol brillando. Luego fui a desayunar y ese día me atreví con el desayuno típico japonés y tengo que decir que me gustó mucho. Al principio no sabía que era nada de lo que me ponían, así que busqué en Google y poco a poco fui deduciendo que era cada cosa. Aún así algunas cosas aún no sé qué eran.

A continuación, nada más salir del hotel fui a ver Isetan Shinjuku. Cuando presentamos nuestra colección en París en junio mucha gente me dijo que si iba a Tokio debía visitarlos sí o sí porque me interesaba verlo a nivel business para ver cómo exponen las cosas. Podría decirse que son los grandes almacenes más modernos de Japón por tener escaparates creados por artistas destacados y ofrece lo mejor en comida, ropa y artículos para el hogar, sería un equivalente a Barney’s en Nueva York o a harrods en londres. Estuve a punto de comprarme algo pero de repente vi que la firmas locales tallan muy pequeño y me iba corto de mangas todo así que me fui como vine, aunque con muchas ideas.

De ahí me fui hacia Monster Café porque sabía que Anna Dello Russo, la editora de Vogue Japón, había hecho shottings para la revista por el rollo kawaii que tiene. kawaii es un adjetivo del idioma japonés que puede ser traducido al español como “mono” o «tierno». Este término ha tenido cabida dentro de la cultura popular japonesa, en el entretenimiento, en la moda, en la comida, juguetes, apariencia, conducta y hábitos personales. Mirad la foto y entenderéis la definición. Quería comer allí en el Monster Café, pero es demasiado freak, no me apeteció y solo tomé algo para beber, aunque la experiencia fue divertida.

Luego volví a Omotosando para ir a la parte final donde están las tiendas de Miyake, Comme des Garçons, Prada (alucinante cómo es el edifico ) … Con tanta actividad me olvidé literalmente de comer y a esa hora ya todo estaba cerrado. Quería ir al market flower que es un café dentro de una floristería, pero aparte de lo lleno que estaba a esa hora ( 15.00h ) solo servían té así que me fui a buscar un sándwich y seguí la ruta.

Esa tarde la quería dedicar a ir de compras así que cogí un taxi (después del desastre del día anterior con el metro me negué a cogerlo otra vez por miedo a perderme) y me dirigí hacia Shibuya que es una locura porque es como Times Square con un montón de pantallas y de gente cambiando por todos lados a lo bestia y en masa. Solo deciros que los pasos de peatones son diez veces más grandes que los de Barcelona.

A eso de las ocho volví al hotel para descansar un rato y prepárame para la cena en New York Grill en Park Hyatt. Las vistas desde allí son brutales y es donde se rodó Lost in Translation. Es cierto que está alejado del centro, pero de verdad que vale mucho la pena y, si vais, importante que cuando reservéis pidáis una mesa al lado de los ventanales porque la vista y la sensación son indescriptible.

Hasta aquí el post de hoy. Os vuelvo a escribir mañana y atentos porque el plan es un cambio de localización.

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