F**k fake

Acabo de llegar de Paris: días de desfiles, muchas “relaciones públicas”, visitar firmas con las que colaboro o soy embajador y también presentar mi colección a diferentes tiendas multimarca de alrededor del mundo (suena importante, ¿verdad? pero es trabajo, trabajo, trabajo). Para los que no conozcáis el sistema, las semanas de la moda, aparte del show de streetstyle que todos vemos en redes (y que, siendo sincero, participo) y de los desfiles (esta semana era Menswear) también sirven para que los compradores de las mejores tiendas del mundo te visiten y vean si dicen, sí, quiero. Estoy feliz porque espero que sucedan cosas, pero bueno, ese no es el artículo que quería escribir. Con este post quería responder a aquellos que me habéis escrito preguntándome si veríais algún diseño de los del próximo invierno. En temporadas anteriores, mostraba lo que el año siguiente estaría en tienda. Sin embargo, esta vez no va a ser así.

En los últimos años solo hace falta darse una vuelta rápida por cualquier tienda low cost (salvo a Uniqlo porque presenta diseños propios y básicos) para darse cuenta de algo: Allí, delante de nuestras narices, tenemos las colecciones que los diseñadores acaban de presentar hace apenas un mes para la siguiente temporada. Todos tenemos inspiración de otros, tenemos referentes, pero esto es otra cosa… ¿Puedo decir algo más?

El mundo de la moda está evolucionando. Obviamente cuando eres pequeño, como en mi caso, no dispones de fábricas propias y subcontratas talleres por lo que necesitas un tiempo de producción. Normalmente presentas una temporada, la muestras y al cabo de un año la incorporas en tiendas. Y sí, presentar un año antes te permite tener repercusión en medios, pero esta repercusión a veces es peligrosa, no por ellos (¡gracias a todos los que nos apoyáis siempre!) sino por grupos low cost que te fusilan de una forma increíble.

Como diseñadores, nos vemos obligados a presentar nuestras colecciones dos veces al año, pero eso implica que un mes después podemos encontrarnos una réplica (casi exacta) en una de estas tiendas. No es justo, no reniego del low cost, reniego de la poca ética. Un diseño conlleva mucho trabajo detrás, muchas horas de creación y de solucionar los mil y un problemas. ¿La solución? Quizás privatizar los desfiles para que solo clientes y buyers puedan verlo. Pero, lo malo es que no puedes mostrar a prensa, o en mi caso, mostrarlo en privado como hicimos, pero pedir que no apareciera en medios, y si lo hacía sin fotos, pero ¿qué interés tiene eso? Por supuesto la estrategia no es la ideal por qué no tienes repercusión.

Sinceramente, aun me planteo si la siguiente temporada no haré caso de esto y mostraré pese los riesgos que conlleva. El problema es que las Low Cost “se inspiran” demasiado como me ha pasado ya en dos temporadas. Me alegro que les gusten mi ropa, de verdad, pero con estas técnicas lo que hacen es daño al sector y sobre todo a firmas más pequeñas.

Veré que haré finalmente. Al fin y al cabo, sabemos de quién es cada prenda y queremos siempre el original. Así que, FUCK FAKE.

Share on FacebookTweet about this on TwitterPin on PinterestEmail to someone