La creación de la colección de otoño invierno ’18 de Avellaneda
Recuerdo que, cuando era un niño, me sorprendía ver las pasarelas de las semanas de la moda y pensaba ¿cómo lo harán? En tan solo quince o veinte minutos que es lo que dura un desfile, presentan un montón de looks cada uno con una prenda distinta cuidada al milímetro. Después de unos meses, sorprendentemente, vuelven a hacerlo y así sucesivamente. Adónde quiero llegar con esto es que, cuando soñaba con ser diseñador, me hubiera gustado que alguien me contara qué es lo que pasa entre bambalinas y qué pasos hay que seguir para hacer una colección. Así que, aprovechando que La Garçonnière es una plataforma estupenda para escribir largo y tendido sobre temas así, no quería dejar pasar la oportunidad de explicaros cómo ha sido la creación de la colección de otoño-invierno de Avellaneda. En este link podéis ver las fotos de la campaña para que tengáis referencia de lo que os hablo. Lo primero que hago es inspirarme. Parece más complicado de lo que parece ya que en realidad yo siempre digo que nos inspira la vida. A diario paseamos por la calle, viajamos, vemos películas o visitamos museos. Sin querer, eso son inputs que recibe nuestra mente y que luego podemos plasmar perfectamente en diseños. Para esta colección mis referentes fueron poemas y frases de Lorca e ilustraciones de las cartas que cruzaba con Dalí. También Cadaqués y el brillo del sol a última hora de la tarde reflejado en el mar. Podéis escuchar la lista que suena mientras busco esa inspiración. Siempre hago una lista de música de Spotify para cada colección ya que no puedo trabajar sin ella. Este proceso de inspiración suele coincidir con la feria de tejidos que se hace en París. Y es que por mucho que tengamos una idea en mente, si no hay un tejido que se ajuste a ese imaginario, la prenda no va a poder hacerse. Intentamos ir al menos dos personas de mi equipo, pero siempre pido que vayamos en días distintos. ¿La razón? Así no nos influenciamos y muy probablemente unos veremos cosas que los otros no han visto y viceversa. Allí también pedimos los tejidos que llegan entre una y dos semanas después. Además, también creamos tejidos propios con diseños inventados por nosotros.
Una vez tenemos los tejidos, con Oscar, que es mi mano derecha dentro de las gestiones de diseño y producción empezamos a diseñar. Nos solemos hacer un tablón de inspiración con fotografías, ilustraciones y tejidos y a partir de ahí empieza la magia. Así vamos haciendo bocetos y haciendo fichas hasta que tenemos todo terminado y aprobado hasta el más mínimo detalle. Es importante que una vez se cierran los diseños no se vuelva a cambiar nada porque si no hay confusiones y no se sabe cuál es la versión final. Reconozco soy experto en ir cambiando todo y vuelvo a mi equipo un poco loco. También es aquí cuando pedimos los tejidos finales y las fornituras para cada prenda.
Después mandamos todas las fichas a Pilar que es nuestra patronista y quien me sufre por algunas propuestas que le hago, aunque al final consigue que todo salga perfecto. Ella, después de hacer los patrones, los manda a los talleres. Tenemos varios: uno para los trajes y esmoquins, otro para las camisas, para el punto y otro para otras piezas. Os podéis imaginar lo complicado que es gestionar toda la producción en tantos sitios distintos y la de problemas que surgen, pero al final todo llega a buen puerto. El día que las piezas llegan a nuestro showroom revisamos que esté todo correcto y, si hay algún error o modificación, volvemos a crearlo. Finalmente, solo queda etiquetar y enviar a París, que es donde presentamos la colección. En este último paso con Marta, que me ayuda con la comunicación de la firma (y también con este blog ), preparamos todo el material que necesitaremos para París como las invitaciones, los silueteados de cada prenda y las fotos de campaña.
Dicho así, parece un proceso muy fácil y obvio, pero os aseguro que el tiempo se convierte en tu mayor enemigo y sobre todo conseguir coordinar todos los proveedores. Además, hay que sumarle el hecho que también hay que hacer la producción de la temporada que está en tienda y la de los pedidos de los clientes privados. La temporada anterior fue una verdadera locura ya que yo estaba grabando en Madrid y mientras se estaba llevando a cabo todo este proceso que os he contado. Finalmente llegamos a París y la colección fue un exitazo. Hacedme saber si os gustan este tipo de posts e intentaré hacer uno para cada colección si es que os ha resultado útil e interesante 😉 Fotografías e imágenes Instagram Juan Avellaneda |