Perseguir el trabajo de tus sueños

A menudo, cuando me hacen entrevistas, me suelen hacer una pregunta: ¿qué les recomendarías a las nuevas generaciones que quieren dedicarse a la moda? Y siempre intento contestar lo mismo: que luchen por ello si realmente es lo que quieren.

 Pero aprovechando que recibo muchos mensajes a través de Instagram preguntándome por este tema, voy a contestar a esta pregunta de manera más extensa a través de mi blog, porque considero que quizás pueda aportar un poquito a alguien que está en un momento de dudas.

Cuando yo me tuve que plantear qué estudiar era impensable que pudiera estudiar diseño de moda. Recuerdo que, cuando lo comentaba en las comidas familiares, parecía que me hubieran salido dos cabezas. Pero cada noche, yo ojeaba aquellas revistas internacionales que me trasladaban a un mundo totalmente distinto y soñaba con que, algún día, mis colecciones estarían ahí entre alguna de esas páginas.

Finalmente, la historia fue un poco más larga y acabé estudiando una ingeniería y luego un MBA empresarial. No fue hasta hace unos años cuando, finalmente, aposté por mí. Ese paso fue el más difícil que he dado en mi vida y, reconozco, que una persona me tuvo que lanzar al vacío porque solo no me hubiera atrevido nunca.

Mi objetivo era construir una vida, una carrera en la que no estuviera siempre pendiente de que llegara el fin de semana. No quería vivir una vida en la que odiara cinco de los siete días de la semana por mi trabajo y que mi “respiro” fueran el sábado y el domingo. Quería disfrutar de mi vida y que me gustara tanto mi trabajo, que los domingos quisiera que fuera lunes.

Así que si realmente queréis dedicaros a algo y os lo cuestionan o lo dudáis recomendación es que apostéis por vosotros mismos y lo que os dicte el corazón borrando los miedos. Estudiad lo que realmente os apasione y seguro que encontraréis el trabajo de vuestros sueños, porque con esfuerzo todo, absolutamente todo, es posible. La suerte es de aquellos que se lo trabajan a fondo. Y es que la vida es para tomar decisiones que comporten riesgos. Y solo hay un riesgo que no debéis tomar nunca: el de no hacer nada.

Share on FacebookTweet about this on TwitterPin on PinterestEmail to someone